Crecen en la fe y renuevan sus fuerzas los alumnos Morelos
Una parte importante de la formación espiritual que los alumnos de la Escuela Morelos reciben diariamente desde el nivel preescolar hasta el bachillerato es la preparación para recibir los sacramentos de la Iglesia convenientes a su edad, en este caso la Confirmación y Comunión.
Es por eso que el pasado sábado 28 de mayo se llenaron de alegría más de 100 familias Morelos, pues algunos de sus hijos recibieron el Espíritu Santo y otros más por vez primera el Cuerpo y Sangre de Cristo.
La sede de este importante acontecimiento fue la Parroquia de La Sagrada Familia, a cargo del Padre Luis Acosta Méndez, donde en primer momento y de manos del Arzobispo de Xalapa, Mons. Jorge Carlos Patrón Wong realizaron su Confirmación más de 50 niños, niñas y adolescentes de la Escuela Morelos.
Mons. Jorge Carlos en su homilía comentó a los confirmandos que todos en la vida tenemos situaciones duras y difíciles que en ocasiones nos desalientan, “sin embargo seguimos porque el Espíritu de Dios se mueve y está entre nosotros. El Espíritu Santo está para consolar y liberar”.
Mencionó que todos somos hijos de Dios y que esta condición de hijos nos libera de la esclavitud, “nacieron para ser libres y en su vida deben luchar para ser libres de toda esclavitud. Por ejemplo la mentira, el odio, el alcohol, las drogas, la violencia…”.
En compañía de los Padres Virgilio Mirafuentes Lima y José Fernando González Topal, Director y Subidector General respectivamente, Monseñor Patrón explicó que este día todos los presentes estaban felices porque recibirían la plenitud del Espíritu Santo. “Que se necesita mucho en la vida porque las tentaciones que nos llevan a caer a las esclavitudes son mayores.”
También el mismo sábado pero en una segunda misa algunos alumnos recibieron por vez primera a Jesús
Eucaristía, en una celebración presidida por el Párroco Luis Acosta. Él en su reflexión pidió a todos los niños que continuaran formándose espiritualmente y así con ayuda de sus papás y padrinos crecerían de la mano de Jesús. Al finalizar ambas Eucaristías los presentes tuvieron la oportunidad de tomarse la foto del recuerdo con los sacerdotes que presidieron las celebraciones, con sus amigos y familiares.